Oir no es escuchar

Escucha con atención. ¡No te duermas!

Hace unos días, caí en la cuenta de que el problema real de la sociedad actual, radica en que no sabemos escuchar, y digo sabemos porque la mayoría de nosotros en momentos de tensión tendemos a cerrarnos y a no escuchar. 

En ese momento, nuestro objetivo es convencer a nuestro interlocutor de lo que nosotros pensamos o queremos conseguir con esa conversación, sin tener en cuenta de lo enriquecedor de la situación.

El éxito social se basa en las buenas relaciones, que se apoyan en una comunicación efectiva, la cual no es tal a menos que sepamos expresarnos y escuchar adecuadamente. Pero saber escuchar no es nada fácil. Tener la paciencia de escuchar sin interrumpir, es muy difícil, cuando la falta de tiempo nos lleva a anticiparnos muchas veces a lo que se nos quiere decir.

Para convertirse en un buen comunicador debemos basarnos en el respeto y el sentido común:

¡No le acoses!

- Conversar de manera tranquila y sincera.

- No juzgar ni  contradecir si no es necesario.

- No interrumpir, desmentir o aconsejar.

- Prestar atención y observar.

- Mirar a nuestro interlocutor sin acosarlo.

- Resumir lo que nos está contando para comprobar que le estamos entendiendo y así también confirmamos que realmente estamos escuchando.




En resumen, debemos escuchar activamente sin interrumpir y demostrando interés y calidad de atención. Ser observador también nos puede ayudar.

Escuchar es un poder, que nos permite conocer a los demás, ganar amigos y oportunidades. Pero requiere un gran esfuerzo.

Ponlo en práctica y verás como la gente con la que hablas se sorprende, a todos nos gusta que nos escuchen y sobre todo que nos entiendan, ya que OÍR NO ES ESCUCHAR...

Aplícalo en todas las áreas de tu vida. En el trabajo te ayudará a ganar clientes, a cerrar negocios, a conseguir lo que quieras, simplemente escucha... En tu vida personal, práctica tus dotes de comunicador, con la pareja y con los hijos (sobre todo con ellos), necesitan ser escuchados y poder expresarse libremente sabiendo que se les entiende y que son comprendidos. Con los amigos te ayudará a consolidar la amistad y a reforzarla. La base de la amistad es una buena comunicación, sobre todo sincera y sabiendo aceptar todos los puntos de vista.

Por otro lado, a nosotros también nos gusta ser escuchados con esa misma atención, que se nos deje hablar, que se nos comprenda. Para ello hay que saber transmitir lo que pensamos, y la mejor manera es hacerlo con tranquilidad, sinceridad y sin rodeos, que puedan llevar a malentendidos. 


Saber pedir. Escúchate a tí mismo, ten claro lo que quieres y transmítelo. No tienen porque adivinar lo que queremos, cuando quieras algo dilo alto y claro. Expresarse bien y sinceramente, saber aceptar las respuestas y argumentos que nos den, son claves en nuestra vida.


Escuchar, dialogar y negociar siempre en la base del respeto y sentido común. No sólo existimos nosotros, hay todo un mundo ahí fuera. 

¡Ser felices y comunicaros!

¡ASI, SI!